El mundo es un lugar basto y lleno de hechos interesantes, de eso no hay duda, podemos encontrarnos desde curiosos y hermosos paisajes que deleitan nuestra pupila a cada segundo que lo admiramos, hasta obras imponentes que la humanidad ha desarrollado a lo largo de la historia a través de la investigación y el empirismo mismo. Pero a pesar de ello, parece no ser suficiente, como humanos siempre buscamos dejar huella la historia, darnos a conocer de una u otra forma, y no importa si el camino elegido es para beneficio de la sociedad en común o para un mismo.
Este es el caso de un hombre de 50 años, que al menos dentro del mundo del fitness ya ha sido reconocido por sus méritos para lograr un cuerpo espectacular, a pesar de las adversidades y su pasado oscuro que le llevó a un estilo de vida deplorable. Su nombre es Jacques Sayagh, y su historia puede servir como inspiración para muchos otros atletas avanzados y amateur, aunque algunos sólo lo ven como una mera campaña de marketing para reforzar la industria. Aun así, y sin importar si se trata de una u otra, él nos ha demostrado que si se quiere tener un estilo de vida saludable, no hay excusa lo suficientemente buena como para decir no.
¿Pero, por qué el nombre de Jacques Sayagh destaca de entre otros miles? Este hombre, además de su ya avanzada edad, que va más allá de las cinco décadas, tiene un pasado cuando menos, impactante. Él mismo ha confesado que durante su niñez sentía una gran pasión por el ejercicio, amaba la competencia y cada que podía utilizaba sus habilidades para ganar unos billetes extra. Quizás con el paso del tiempo esto le abriría una brecha hacia un camino menos digno: drogas, encuentros sexuales con callejeras y el consumo desmesurado del alcohol, eran el pan de cada día en la vida de Sayagh, pero que a pesar de todo ello, jamás perdió el interés por seguir haciendo un par de flexiones y una completa rutina de entrenamiento día tras día.
Actualmente, todo el esfuerzo físico le ha pasado factura, aunque a decir verdad una factura bastante favorecedora, debido a que goza de un cuerpo saludable, atlético y estético que resulta la envidia de muchos otros hombres que quisieran mantenerse así a esa edad. Lo más increíble de su historia es que Sayagh no tiene una casa ni apartamento, pasa su vida en las calles, acompañado de su perro y utiliza lo que está a su disposición para hacer sus ejercicios. No se sabe más con respecto a otros aspectos de su vida: la forma en la que gana dinero, cómo se las ingenia para lidiar con los problemas de la calle, etc., todavía son una incógnita. De lo que sí estamos seguros es que claramente tienena alimentación adecuada a base de productos naturales y suplementos proteicos y de otros tipos, pues su cuerpo no es algo que se pueda lograr con el ejercicio mismo, ni mucho menos con alimentos de la calle que aportan pocos o nada de nutrientes para incentivar el crecimiento muscular. De hecho, él mismo nos confiesa que previo a sus competencias (sí, también compite) se somete a estrictas dietas de 1500 calorías en las que las las frutas y verduras toman un papel importante para la eliminación de grasas y líquidos acumulados.